"Libre de Crisis"
Catesfam un camino con esperanza!!!
martes, 11 de diciembre de 2012
jueves, 15 de noviembre de 2012
CATESFAM
Para el año 1993 nace en Venezuela,
específicamente en la ciudad de Maracaibo del estado Zulia, el Centro de
Atención al Esquizofrénico y Familiares (CATESFAM), organización no
gubernamental, sin fines de lucro, sin confesiones religiosas específicas, ni
militancia política, que se constituye como una comunidad de personas con
esquizofrenia, depresión, trastorno
bipolar, familiares y colaboradores que
comparten experiencias, fortalezas, amor y esfuerzos para recuperarse de estas
enfermedades y mantenerse Libre de Crisis, a su vez ayudando a otros pacientes
y familiares en su recuperación.
Un aspecto influyente en la
consolidación de CATESFAM, es la llegada de los medicamentos atípicos, para el
tratamiento de la enfermedad y la
mejoría notoria en lo pacientes en el seguimiento del tratamiento. La recuperación
es totalmente distinta a la que se ha experimentado anteriormente con la utilización de los medicamentos
tradicionales o típicos, la reacción pasaba de estar todo el tiempo dopado, a
experimentar necesidades propias del ser humano: de salir, trabajar,
enamorarse, mejorar su apariencia personal, dejar el miedo, la rabia y afrontar
el tratamiento conjuntamente con su familia, conociendo todo lo referente a la
enfermedad.
En 1998, CASTEFAM se organiza y se consolida como institución, para este
año se constituye legalmente como Asociación Civil sin fines de lucro y
comienza a proyectarse más hacia la comunidad, en busca del bienestar del
paciente y su familia. Ya para el año 1999 CATESFAM se hace miembro de la Word Shizophrenia Fellowship, lo que facilita la comunicación
constante con grupos similares a nivel mundial, y a su vez el reconocimiento
por parte del Sociedad Venezolana de Psiquiatría y otras organizaciones del
país y del mundo.
Para el 2007 CATESFAM cuenta con aproximadamente 461
miembros inscritos y cada vez crece más dando respuesta a los pacientes y
familiares que viven el día a día de esta enfermedad y otras patologías. Así
mismo, se ha logrado la apertura de nuevas sedes (radio de acción) en
diferentes ciudades del país como son:
San Cristóbal, Mérida, Falcón y Municipio Machiques de Perija
con lo cual se reafirma la expansión de CATESFAM por el territorio
nacional. Y para el año 2011 comienza su programa de expansión
internacionalmente, con la firma del Convenio Catesfamista con el Grupo
Promotor Catesfam Sincelejo, donde se vienen adelantando intervenciones con
familiares y la comunidad.
Somos una Organización No Gubernamental (ONG) sin fines de lucro; sin confesión religiosa específica, ni militancia política cuyo fin consiste en brindar apoyo psiquiátrico, psicológico y social a personas con esquizofrenia u otras patologías relacionadas y su familia.
NUESTRA MISIÓN
¿QUÉ SOMOS?
Somos una Organización No Gubernamental (ONG) sin fines de lucro; sin confesión religiosa específica, ni militancia política cuyo fin consiste en brindar apoyo psiquiátrico, psicológico y social a personas con esquizofrenia u otras patologías relacionadas y su familia.
NUESTRA MISIÓN
Prestar
servicios integrales de Salud Mental para lograr la recuperación del enfermo,
a
través del Modelo de Recuperación personal, bajo un enfoque biopsicosocioespiritual,
reeducando al paciente, familia y sociedad, en adquirir habilidades que permitan manejar
síntomas de alerta de la enfermedad y alcanzar su autonomía.
NUESTRA VISIÓN
Ser un centro de excelencia en la provisión de
servicios integrales que facultan al enfermo, como
gestor de su recuperación.
viernes, 29 de junio de 2012
Una Mirada a la Esquizofrenia
La esquizofrenia es una enfermedad frecuente y
compleja que afecta a un 1% de la población general sin distinción de sexo. Los
primeros síntomas suelen aparecer en adolescentes o jóvenes y su evolución
puede ser crónica y en algunos casos altamente incapacitan te.
El diagnóstico
de la enfermedad se realiza atendiendo a las manifestaciones clínicas que
incluyen una variada sintomatología que engloba distintas formas de enfermedad
expresada a través de síntomas positivos, negativos, afectivos y cognitivos. En
las últimas dos décadas se han producido grandes avances en la aproximación a
la enfermedad, que han contribuido de forma notable a su alivio
sintomatológico, a un descenso del número de recaídas y a una disminución del
número y del tiempo de hospitalizaciones, pero aún carecemos de marcadores
específicos que permitan establecer un diagnóstico preciso. Los distintos
hallazgos en la investigación se encuadran dentro de planteamientos como la
teoría del neurodesarrollo, que integra la información clínica y la proveniente
de campos como la neuropatología, neuroquímica y neuroimagen.
Las múltiples
alteraciones encontradas están presentes en los distintos subtipos de
esquizofrenia, independientemente de la gravedad, de los factores de riesgo
implicados y de la evolución aguda o crónica. Existe la convicción de que los
diferentes subtipos de esquizofrenia responden a principios causales distintos
dentro de una concepción multifactorial (genética y ambiental) que pondría en
marcha la enfermedad. Hoy sabemos más de la esquizofrenia, aunque su
tratamiento y validación diagnóstica sigue siendo uno de los mayores retos que
tiene la psiquiatría. Sin duda, los avances de los últimos años nos permiten
contemplar el futuro con un moderado optimismo en la medida en que ya disponemos
de instrumentos que ayudan al diagnóstico y a la elección de tratamientos más
seguros y efectivos.
Los tratamientos farmacológicos constituyen el eje central
alrededor del cual se articula el manejo actual de la esquizofrenia. Pero en un
trastorno crónico como éste, en el que se involucra no sólo al paciente sino a
los familiares y al entorno en general, el tratamiento farmacológico necesita
otras herramientas de trabajo: información, apoyo, estrategias de
afrontamiento. A estas alturas la actitud ante la enfermedad, cómo se afronta,
qué información debe manejar el paciente y sus familiares, resultan de vital
importancia en numerosas fases de la enfermedad y constituyen un factor muchas
veces descuidado en la asistencia psiquiátrica.
La esquizofrenia es una enfermedad frecuente y
compleja que afecta a un 1% de la población general sin distinción de sexo. Los
primeros síntomas suelen aparecer en adolescentes o jóvenes y su evolución
puede ser crónica y en algunos casos altamente incapacitan te.
El diagnóstico
de la enfermedad se realiza atendiendo a las manifestaciones clínicas que
incluyen una variada sintomatología que engloba distintas formas de enfermedad
expresada a través de síntomas positivos, negativos, afectivos y cognitivos. En
las últimas dos décadas se han producido grandes avances en la aproximación a
la enfermedad, que han contribuido de forma notable a su alivio
sintomatológico, a un descenso del número de recaídas y a una disminución del
número y del tiempo de hospitalizaciones, pero aún carecemos de marcadores
específicos que permitan establecer un diagnóstico preciso. Los distintos
hallazgos en la investigación se encuadran dentro de planteamientos como la
teoría del neurodesarrollo, que integra la información clínica y la proveniente
de campos como la neuropatología, neuroquímica y neuroimagen.
Las múltiples
alteraciones encontradas están presentes en los distintos subtipos de
esquizofrenia, independientemente de la gravedad, de los factores de riesgo
implicados y de la evolución aguda o crónica. Existe la convicción de que los
diferentes subtipos de esquizofrenia responden a principios causales distintos
dentro de una concepción multifactorial (genética y ambiental) que pondría en
marcha la enfermedad. Hoy sabemos más de la esquizofrenia, aunque su
tratamiento y validación diagnóstica sigue siendo uno de los mayores retos que
tiene la psiquiatría. Sin duda, los avances de los últimos años nos permiten
contemplar el futuro con un moderado optimismo en la medida en que ya disponemos
de instrumentos que ayudan al diagnóstico y a la elección de tratamientos más
seguros y efectivos.
Los tratamientos farmacológicos constituyen el eje central
alrededor del cual se articula el manejo actual de la esquizofrenia. Pero en un
trastorno crónico como éste, en el que se involucra no sólo al paciente sino a
los familiares y al entorno en general, el tratamiento farmacológico necesita
otras herramientas de trabajo: información, apoyo, estrategias de
afrontamiento. A estas alturas la actitud ante la enfermedad, cómo se afronta,
qué información debe manejar el paciente y sus familiares, resultan de vital
importancia en numerosas fases de la enfermedad y constituyen un factor muchas
veces descuidado en la asistencia psiquiátrica.
Convivir con la Esquizofrenia
La esquizofrenia viene acompañada de un sinfín de problemas
prácticos. Hay otras enfermedades crónicas, como poliomielitis, los trastornos renales
y el cáncer, que agotan a las familias emocional, física, y a veces, económicamente.
Sin embargo, cuando la enfermedad afecta al cerebro de la persona, los cuidados
necesarios alcanzan dimensiones mayores. Se haga lo que se haga y, a pesar de la
eficacia de lo que se intenta, siempre queda el sentimiento de que no ha sido suficiente.
Una de las principales razones por las que la esquizofrenia están problemática es triba en el hecho de que muchas personas no entienden
la enfermedad.
Una actitud adecuada:
Mantener una actitud
adecuada es tal vez lo más importante para el propio individuo o para la familia
que debe convivir con la esquizofrenia. Llega de forma natural cuando se superan
la culpa y la vergüenza, estos son dos aspectos que están latentes en muchas familias;
les impiden salir adelante, deterioran las relaciones entre sus miembros y amenazan su bienestar.
Estos sentimientos
son completamente irracionales. No existe prueba alguna de que la forma en que la
gente ha sido tratada en la infancia o en la edad adulta pueda ser causa de esquizofrenia.
Es una enfermedad biológica cerebral que no tiene relación con experiencias personales
de la vida del individuo. Las personas no provocan esquizofrenia, Simplemente se
acusan unas a otras de ser las causantes. A menudo culpar a otro de la enfermedad
magnifica la tragedia de la esquizofrenia. En realidad, es una enfermedad del cerebro
y una desgracia personal y familiar de proporciones habitualmente soportables. Pero
cuando los familiares añaden la culpa a esa carga, la enfermedad extiende sus raíces
bajo la estructura familiar y se convierte en una calamidad de dimensiones ilimitadas.
Hay que ver el dolor que causa la culpa en tales circunstancias.
El reverso de la culpa
es la vergüenza. Si la familia, de un modo, cree que ha causado la esquizofrenia
del familiar, inevitablemente intentará esconder al miembro afectado, negar la enfermedad
ante los vecinos y, si no, se desentenderán del enfermo de múltiples maneras. Las
personas esquizofrénicas lo notan y se sienten más aisladas que nunca. La educación
puede resolver el problema de la culpa y la vergüenza, esto es, cuando los parientes
empiezan a entender que no han causado la enfermedad, la culpa y la vergüenza que
sienten se reduce y mejora la vida del esquizofrénico. Además, cuando la cuestión
de la culpa y la vergüenza, es mucho más fácil con vivir con la esquizofrenia.
Cuando se deja de
lado la culpa y la vergüenza, la actitud correcta aparece de forma natural. En
ella hay tres elementos y también se la puede llamar actitud de bien: Equilibrio familiar. Un aspecto importante en la actitud correcta
para convivir con la esquizofrenia es sopesar las necesidades del pariente esquizofrénico.
Habitualmente, las familias que lo sacrifican todo de forma desinteresada, y lo
hacen porque sesienten irracionalmente culpables de haber provocado la enfermedad.
Por ello es importante considerar las necesidades del cuidador, examinarlas de forma
tranquila y racional, reconociendo que el familiar esquizofrénico no siempre debe
estar en primer lugar. Puede ser necesario, por ejemplo, hospitalizarlo de nuevo
en algunas ocasiones por necesidades de la familia y no por las suyas propias.
lunes, 25 de junio de 2012
IMPORTANCIA DE LA FAMILIA EN EL TRATAMIENTO INTERGRAL DE LAS ENFERMEDADES MENTALES
FAMILIA: Sistema humano de organización socio cultural, donde
convergen actores con sentimientos, emociones, roles y estatus que determinan su identidad,
generando valores y normas de actuación.
Familia Sana: Una
familia es un conjunto de personas unidas por lazos de parentesco, en la cual
se interrelacionan
diversos elementos (como socialización, amor, comunicación, límites, normas), y
que conforman la personalidad de un individuo que se moverá de un total
independencia a una completa autonomía, físicamente sana y mentalmente estable.
- Posee límites definidos, permeables, permite la comunicación y el intercambio familiar.
- Los roles de protección y socialización son fundamentales en su interior.
- Se acomoda con facilidad a los cambios.
- Hay un balance óptimo entre autonomía y dependencia.
- Los problemas son percibidos por sus miembros que se movilizan para ayudar y proteger, permiten el acceso de personas no pertenecientes al núcleo familiar.
- Los sentimientos de lealtad y pertenencia no entorpecen la libertad de cada miembro.
FAMILIA
ENFERMA
Sistema de interacciones con débil
conexión en las decisiones particulares y en los diferentes estados de sus
miembros (alegrías, sufrimiento, esperanza, etc.) quedando impregnada de
angustia.
Consiste en la discapacidad para cambiar o
adaptarse a una situación estresante.
CARACTERISTICAS DE LA FAMILIA ENFERMA
- Manejan con dificultad los problemas
- Los problemas son proyectados al exterior
- La respuesta afectiva está disociada
- La comunicación es incoherente, ambigua y cerrada.
- Dificultad para adaptarse a los cambios.
- Los roles no están definidos.
- Existen divisiones entre los miembros.
- Alteración en el manejo de los conflictos.
RECUPERACIÓN
Utilizar
el modelo de recuperación Catesfamista (10 pasos):
1. Aceptación:
- Conocimiento e insight
- Mitos
- Cambios y arreglos
- Adaptación
- Vivir el “hoy”
miércoles, 2 de mayo de 2012
Propuesta de Abordaje al Tratamiento Integral de Paciente Esquizofrénico y su Familia.
El modelo
terapéutico CATESFAM, está concebido para ofrecer ayuda terapéutica en los tres
niveles de prevención procurando primariamente un conocimiento amplio de la enfermedad
para una detección precoz y tratamiento oportuno de carácter ambulatorio. Este modelo comprende dos fases: ambulatoria
y hospitalaria. La hospitalización
comprende un mínimo de 15 días exigiendo a partir de entonces el cumplimiento
de una serie de normas establecidas en el programa; de manera que una vez dado
de alta éste pasa a ser miembro activo de CATESFAM siguiendo el modelo
terapéutico de recuperación personal y familiar de los 10 pasos, participando
de manera continua en los programas y servicios que ofrece.
Recepción.
Es una de las
fases más importantes del proceso terapéutico, ya que es el primer contacto que
tiene el equipo con el paciente y sus familiares, los cuales tienen unas
características que los identifican entre los cuales destacan: vergüenza,
culpa, negaciones, proyecciones, cuadros depresivos ansiosos, desesperanzas,
que si no son tomados en cuenta, tanto en el paciente como en la familia no se
podría establecer el raport necesario para iniciar el tratamiento. Se realizan entrevistas juntas y por separado
al paciente y familiares, a través de las cuales se busca: determinar las
razones que motivan al paciente y familiares a buscar tratamiento; ubicar los
conocimiento que tienen acerca de la esquizofrenia; comprometer al paciente
como sus familiares al cumplimiento del programa, e indagar sobre el grado de
afectación familiar.
La Entrevista Familiar.
Consta como mínimo de dos
sesiones, y busca conocer la orientación de las relaciones interpersonales en
el seno familiar, ya que con frecuencia necesitan ayuda para sí mismos y porque
su actitudes ante el esquizofrénico puede bloquear e impedir su
recuperación. Durante las entrevistas se
realiza: revisión de las autobiografías, el chequeo sobre el cumplimiento de
las actividades exigidas en el programa, así como un taller sobre
coesquizofrenia.
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